Qué es lo que propone la nueva reforma del alquiler

Se ha confirmado la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 2013, la cual apenas ha durado cinco años. Lo más destacado de esta modificación será que regresaremos a los contratos de 5 años de alquiler, frente a los actuales tres; habrá mejoras del régimen fiscal al inquilino, se impulsará el alquiler de viviendas vacías y se construirán 20.000 viviendas nuevas para alquiler social.

Estos cambios en las políticas de vivienda, enfocados al mercado del alquiler frente a la compraventa “vuelven a mirar al inquilino”, según indica el Ejecutivo.

Asimismo, el Ministerio de Fomento confirmó que va a crear una comisión de trabajo interministerial para ejercer las medidas urgentes respecto a la vivienda y alquiler, de donde saldrá esta nueva reforma de la LAU.

Principalmente, se buscará retomar los contratos de 5 años, recuperar los plazos de prórroga obligatoria y tácita que establecía la LAU de 1994, además de regular los términos que atañen a la fianza y las garantías adicionales que se le puedan pedir al inquilino.

A su vez, se va a reforzar la seguridad jurídica del arrendatario cuando el propietario decida vender el inmueble; el nuevo propietario deberá respetar el contrato del alquiler firmado previamente.

Otra de las medidas señaladas fue la mejora del régimen fiscal vinculado a la vivienda, que retomará la desgravación en el IRPF para el inquilino.
Por otro lado, para aumentar el mercado de viviendas, que resulta escaso sobre todo en las grandes ciudades, se impulsarán dos medidas: se precisará la definición de vivienda vacía y vivienda turística y se establecerán medidas para incentivar a los propietarios con pisos sin habitar que los pongan en alquiler.

Finalmente, se construirán 20.000 viviendas de obra nueva en los próximos cuatro a seis años destinadas al alquiler social en municipios y localizaciones con demanda acreditada, donde el precio del alquiler se está incrementando más.

Todos estos incentivos tienen como objetivo apoyar al inquilino y evitar el fuerte crecimiento de los precios de alquiler. Sin embargo, según especialistas, estos no serán suficientes para determinados barrios del centro de grandes capitales como Madrid, donde no hay suficientes terrenos para la construcción de nuevas viviendas y donde la demanda es tal que, aunque se duplicasen el número de viviendas, los precios no bajarían.

La única manera de abaratar los precios en general, de manera rápida, es sacando más viviendas vacías al mercado y esto debe hacerse creando marcos regulatorios, jurídicos y fiscales estables y fiables que incentiven a los propietarios de casas vacías a ponerlas en alquiler. Los propietarios no van a animarse sólo porque les cobren unos pocos euros más de impuestos al año, como señala esta reforma.